¿Solo la puntita?

Se la han clavado hasta lo más hondo.

Y le ha hecho daño.

Mucho.

Hay veces que dicen que el tamaño no importa…

Y otras que las prefieren grandes.

¿De qué hablo?

Si me conoces, ya sabes que no es de sexo.

Esto que te cuento hoy… lo llevo avisando mucho tiempo.

No os fiéis de todas las “academias”.

Sobre todo las online.

El 99 % son caca, estafa, timo…

Llamadlo como queráis.

Y lo peor es que muchas presenciales TAMBIÉN.

NO VOY A DECIR TU NOMBRE.

Pero sé que seguramente estás leyendo esto.

Y te avisé.

Si te formas con nosotros, aprenderás a tatuar.

Y a ganar dinero con ello.

Pero no.

Decidiste irte por otro camino.

Un dineral que ha volado de tu bolsillo.

Te han estafado.

Y no lo vas a recuperar.

¿Cómo debe ser una buena formación?

Inmersiva.

¿Qué quiere decir eso?

Que debes vivir lo que es el negocio real.

Verlo. Olerlo. Sentirlo.

No solo “ver vídeos”.

Piel sintética.

Clientes reales.

Situaciones reales.

Lo bueno y lo malo.

Presupuestar.

Discutir.

Saber cuándo tomarte un café…

y cuándo te toca quedarte hasta las tantas sin comer.

Ver cómo un cliente entra con cara de mofeta,

cómo discute con su pareja,

o todo lo contrario.

Ver pieles de porcelana…

y pieles de cuero de Madagascar.

Sea online o presencial,

una buena formación te enseña todo eso.

Nosotros somos así:

Al desnudo y en pelotas.

Naturales.

Simples.

Y de verdad.

Tuviste la oportunidad.

Y la dejaste escapar.

(Suena a canción, lo sé.)

Pero es la verdad.

Y ahora me pides que ponga el nombre de mi estudio

en una denuncia contra esa empresa que te ha estafado.

Para justificar que tú sí querías formarte.

Pero no.

Lo siento.

Pero no.

Si quieres aprender de verdad y sin engaños,

aquí estamos.

Y si necesitas un abogado,

también te puedo recomendar uno.

Pero yo no voy a entrar en ese otro juego.

Lo siento.

Esto es un caso real de ayer.

¿No quieres ser la próxima víctima?

Entonces ya sabes dónde estoy.

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