Nervios ?

Haz esto

Hablar mal no es solo nervios… Es no vender.

O por qué muchos tatuadores se quedan sin clientes aunque tatúen bien.

Puedes tener buen arte.

Buen pulso.

Y una cuenta de Instagram con tatuajes dignos de enmarcar.

Pero si no sabes comunicar, pierdes clientes.

Porque no es solo lo que haces.

Es cómo lo explicas. Cómo lo vendes. Cómo lo transmites.

La mayoría no fracasa por su técnica.

Fracasa por cómo habla con el cliente.

Por eso, antes de mejorar tu trazo…

Conviene eliminar esto:

7 errores que te quitan credibilidad (y clientes)

Corrígelos… y venderás mejor sin sonar vendedor.

Error 1 – Empezar pidiendo disculpas

“Perdona, aún estoy aprendiendo…”

“Bueno, no soy el mejor pero…”

STOP.

Ese rollo humilde mal entendido es autoboicot en voz alta.

No te lo tienes que creer, pero al menos no te rebajes.

Mejor empieza con seguridad.

Cuenta una historia. Muestra tu proceso. Enseña algo que dominas.

Haz que confíen desde el minuto 1.

Error 2 – Memorizar todo como un loro

Muchos tatuadores intentan repetir lo que vieron en YouTube palabra por palabra.

Y suenan… robóticos.

O peor: se les olvida una frase y se bloquean.

¿La solución?

Trabaja por estructura.

  • Qué vas a explicar del diseño.

  • Qué esperas del cliente.

  • Qué va a sentir en la piel.

  • Y cómo será el resultado.

Así, aunque improvises, todo tendrá sentido.

Error 3 – No hacer pausas

Hay quienes explican un tatuaje como si recitaran la tabla del 7.

Rápido. Sin aire. Sin dejarte pensar.

Haz pausas.

Respira.

Mira al cliente.

Déjale tiempo para imaginar lo que le vas a tatuar.

Una buena pausa vale más que 20 frases mal encajadas.

Error 4 – No mirar al cliente

Hay tatuadores que, cuando te explican algo, miran a la mesa, al suelo o a su iPad.

Y eso desconecta.

El cliente necesita conexión visual para confiar.

Mira a los ojos.

Y si hay varios en el estudio, usa la estrategia del aspersor:

vas de un lado a otro, y los incluyes a todos.

Error 5 – No adaptar el lenguaje

No le hables igual a un chaval de 18 años que a una mujer de 50 que viene a hacerse su primer tatuaje.

Cada uno necesita su lenguaje. Su contexto. Su historia.

Hazte estas preguntas:

  • ¿Qué palabras usan ellos?

  • ¿Qué tono les haría sentir cómodos?

  • ¿Qué esperan escuchar?

Hablar bien es saber adaptar sin perder tu estilo.

Error 6 – No usar tu cuerpo al hablar

Si explicas tu diseño con los brazos cruzados o las manos escondidas, pierdes fuerza.

Tu cuerpo también vende.

Muévete con intención.

Señala. Apoya lo que dices.

Habla también con el cuerpo. No eres una estatua.

Error 7 – Terminar sin cerrar

“Bueno… y ya está… supongo…”

Así acaban muchos cuando enseñan un diseño o explican el presupuesto.

Y así no vendes ni un sticker.

Termina con claridad:

  • ¿Te mola? ¿Te ves con él?

  • Si quieres lo cuadramos ya y reservo tu cita.

  • ¿Quieres que te lo enseñe con color también?

Cierra. Dirige. Llévalo a la acción.

¿Y cómo se corrige todo esto?

Fácil.

Entrenando. Corrigiendo. Y practicando con sentido.

Y para eso tienes mi formación online.

Donde aprenderás a:

  • Explicar tu arte sin parecer inseguro.

  • Ganarte la confianza del cliente en 30 segundos.

  • Comunicarte en redes como un profesional (aunque odies las cámaras).

  • Usar tu lenguaje corporal para vender sin sonar a vendedor.

  • Y adaptar tu discurso a quien tienes delante.

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