La teoría de la gomas

Como dejar de estirar las excusas

La teoría de las gomas y tus sueños

Mira, vamos a hablar de gomas.

Sí, esas de toda la vida. Pero no las que usas para hacer tirachinas o recoger billetes (cuando tengas, a no ser que seas narco ,claro). No, hablamos de las gomas invisibles que atan tus sueños a la realidad (o mejor dicho, a las excusas que tu entorno te cuenta).

Imagínate esto: estás a un clic de iniciar uno de mis cursos. Uno presencial, donde te vas a sentar en una sala conmigo (un lujo, la verdad). O uno online, que podrás hacer desde tu casa en pijama mientras te tomas un café mal calentado. Estás emocionado, motivado... pero, ¡zas! Aparece tu entorno.

—¿Otro curso más? ¿No es suficiente con los libros que no lees?
—¿De verdad vas a gastar tanto dinero en eso? Con lo caro que está el aceite de oliva...
—¿Y si no te sale bien? ¿Eh? ¿Y si fracasas y te ríen hasta los del grupo de WhatsApp de la familia?

Y ahí estás tú, escuchando esos tirones de la goma. Sí, porque la gente tira de esa goma que los conecta contigo, no porque quieran fastidiarte, sino porque les aterra que tú avances y ellos se queden atrás. Es como si estuvieran diciendo: '¿Y si triunfas y nos dejas aquí, en el sofá, viendo realities?'.

Pero escucha esto: las gomas tienen dos finales posibles. O las estiras hasta que los demás se adaptan a tu nueva versión (la versión que invierte en su futuro y se ríe de las excusas), o las rompes y sigues avanzando sin ellos.

Sí, romper gomas duele. Lo sé. Pero también sé esto: la gente que más tira de la goma ahora, será la primera en decirte 'yo siempre creí en ti' cuando te vean triunfar. Y si no lo dicen, no pasa nada. Tú ya estarás tan lejos que ni te enterarás.

Así que aquí está la gran pregunta: ¿quieres seguir atado al miedo de los demás, o quieres invertir en ti mismo y ser la persona que siempre quisiste ser? Porque te lo digo claro: en mis formaciones, ya sean online o presenciales, no solo aprenderás lo que necesitas. Te daré las herramientas para cortar gomas, atarlas a nuevos objetivos y lanzarte lejos. Muy lejos.

Ah, y por si te lo preguntas, sí, es una inversión. Pero una inversión en la única persona que nunca te va a fallar: tú mismo. Y si tu entorno sigue tirando de la goma, diles que se apunten también. ¡Quizá hasta les venga bien!

Recuerda: las gomas pueden atarte o impulsarte. Tú decides qué haces con ellas. Yo, por mi parte, te espero en el curso. Ya sea en la sala presencial, en pijama desde tu sofá, o en la excusa que quieras quitarte de encima.

Y como estamos en navidad quiero compartir una de las experiencias que tuve hace años y que me abrió algo más los ojos.

La vez que un rótulo me arruinó la vida (y me salvó al mismo tiempo)

Hace unos años, cuando me dedicaba a la rotulación (sí, esa profesión emocionante llena de “perlas” de clientes), me encargaron un rótulo enorme para una gran compañía de telefonía. De esas que están siempre a la última, pero no distinguen un metro de una regla de tres.

Tenían prisa.

Tenían presupuesto (en teoría).

Lo que no tenían era ni idea.

Las medidas que me dieron no cuadraban con la realidad. Y no hablo de un pequeño desajuste. No, no. Hablamos de la diferencia entre vestir una camiseta de tu talla o una que parece un edredón con mangas.

Ahí estábamos: cuatro personas mirando cómo el desastre cobraba vida. Mientras tanto, yo con una cara que decía: ”¿Dónde está el botón de salir de este planeta?”

¿Se solucionó? Sí.

¿Fue bonito? Para nada.

Cuando terminé, me di cuenta de algo importante: odiaba mi trabajo. Odiaba sentirme como si estuviera dándole patadas a una piedra, esperando que mágicamente se convirtiera en oro.

Y entonces me pregunté:

”¿Por qué coño sigo aquí, amargándome la vida, cuando lo que de verdad me gusta es tatuar?”

Ese día mi cerebro hizo un clic tan fuerte que creo que todavía se oye. Me puse las pilas. Busqué información, me formé, cambié el chip y, lo más importante, cambié de vida.

Moraleja:

La vida es una cabrona que no te regala nada. Si no haces lo que te llena, lo único que te va a llenar es el estrés.

Feliz Navidad.

¿Quieres historias reales como esta y aprender a vivir de lo que te gusta? ¿Te gustaría convertir tu pasión por el tattoo en un trabajo que te dé dinero y libertad?

Conmigo puedes.

¿Qué vas a hacer? ¿Seguir dándole vueltas o empezar a tatuar tu vida con lo que realmente importa?

y si quieres la intro de futuro libro y el 1 el capítulo gratis junto con información del desafío de 3 días…pídelo por mail

Un beso